
Fue un famoso comediógrafo griego, principal exponente del género cómico.Vivió durante la Guerra del Peloponeso, época que coincide con el esplendor del imperio ateniense y su consecuente derrota a manos de Esparta. Sin embargo, también fue contemporáneo del resurgimiento de la hegemonía ateniense a comienzos del siglo IV a. C.
Leyendo a Aristófanes es posible hacerse una idea de las intensas discusiones ideológicas (políticas, filosóficas, económicas y literarias) en la Atenas de aquella época.
Su postura conservadora le llevó a defender la validez de los tradicionales mitos religiosos y se mostró reacio ante cualquier nueva doctrina filosófica. Especialmente conocida es su animadversión hacia Sócrates, a quien en su comedia Las nubes lo presenta como un demagogo dedicado a inculcar todo tipo de insensateces en las mentes de los jóvenes. En el terreno artístico tampoco se caracterizó por una actitud innovadora; consideraba el teatro de Eurípides como una degradación del teatro clásico.
Se conservan once obras suyas, desarrolladas con una estructura definida en la que alternan el diálogo y el canto.Aristófanes presenta su primera comedia a un certamen siendo tan joven que no la puede hacer con su nombre, esto es más por una cuestión tradicional ya que era perfectamente legal. Esta pieza, hoy desaparecida, se estrenó en el año 427 a. C. y fue llamada Los convidados. Su segunda obra es Los babilonios, y fue representada en 426 a. C. Esta comedia tampoco ha llegado hasta nuestros días.
El gesto obsceno de levantar el dedo del medio, que muchos creeríamos moderno, aparece ya en Las Nubes, escrita cuatrocientos años antes de Cristo. En esa comedia un rústico al que le hablan de un verso dáctilo (en griego, dedo) yergue el mayor y pregunta: "¿Cuál...? ¿Éste?", con lo que seguramente despertó las risas del público.
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